Concepto que grabarse a fuego si publicas en internet.


 
Ayer por la noche vi en una publicación de Instagram el enésimo ejemplo de algo que jamás publicaría alguien que entendiera en profundidad el ángulo que hay en este mail.
 
(y que te puede librar de las típicas frustraciones de internet)
 
Este concepto no es mio.
 
Se lo leí hace mucho a Ben Settle, una de las referencias del email marketing hoy.
 
Igual no tiene sentido para ti, pero no descartes que se quede un tiempo.
 
 
 
 
¿Qué vi en la publicación?
 
A un profesional con vocabulario muy profesional contando de manera muy profesional la manera profesional de hacer las cosas profesionales.
 
(con foto de él vestido muy profesional incluida)
 
 
En la publicación antes de la suya, el perro de una amiga con ella en bikini.
 
En la de después, el tiburón que vio un amigo en Australia.
 
Y en la publicación de hombre profesional, un ladrillo de texto que parecía sacado de una asignatura de esas que aprueban 10 de cada 400.
 
Muy riguroso.
 
 
 
 
Al final del “post”, un:
 
“Paquito, ¿te ha resultado útil estas 5 diapositivas para enseñarte algo que no has pedido que te enseñe de una manera totalmente gratuita porque soy tan generoso que reparto fotocopias con los 3 dígitos de detrás de la tarjeta?”
 
¿Te ha resultado práctico, didáctico y entretenido, Paquito?
 
Pues, ¡échame una mano y compártelo!”
 
 
 
 
¿Esta información tiene valor?
 
Sí, pero eso no importa.
 
Porque no se valora.
 
 
 
 
Según Ben, hoy han cambiado las métricas.
 
Ben decía que hoy en día, con la atención en 700 cosas y con gente necesitando un respiro porque ser el Lobo de Wall Street cansa, lo mejor que se podía hacer era juntar dos cosas.
 
Información, y entretenimiento.
 
Juntas.
 
 
¿Publicar como hombre profesional?
 
No.
 
¿Tocar las maracas?
 
Tampoco.
 
 
Información y entretenimiento. Juntos.
 
Él lo llamaba Infotenimiento.
 
 
 
 
Podemos enfadarnos con el mundo y pensar que no aprecia nuestro “contenido de valor”.
 
O podemos parar un momento, entender que de nada sirve dar valor si nadie te presta atención,
 
de nada sirven tus intenciones,
 
de nada sirve tu profesionalidad,
 
de nada sirve tu verdad,
 
de nada sirve, de nada
 
…si no entiendes cómo prefieren los cerebros que les informes en general, y el de tu cliente en particular.
 

Porque tú puedes ser muy bueno, pero no se enterarán si están durmiendo.
 
Mucho más, aquí
 
PD: No aburras a Paquito y luego le pidas que te eche un cable y te comparta. Emociónalo y véndele, y ya te echas una mano tú. Y si le das lo mejor de ti, igual hasta te la echa él y se convierte en un buen embajador.