Cuando uno va a apoyar lo que dice con un porcentaje y pretende que la gente sienta algo cuando lo lea tiene un pequeño problema. Puede que decirla sin más te ayude, no digo que no. (Casi seguro que si es interesante, es mejor que no decirla) Pero si sabes cómo hacer que la sientan en vez de que la sepan, el golpe no es el mismo. Si te interesa te cuento la gran diferencia aquí. Uno no debería parase cuando conoce una estadística. Pensar que con ella sobra. “Ya está, este es el número” No. Eso lo hace la gente muy profesional y sabemos que ellos no venden tanto como deberían. (Aunque mires su perfil en Linkedin y te parezca que son mentes privilegiadas) La gente menos profesional, hace otra cosa. Stephen Covey, el tipo famoso que tiene un libro de hábitos que aún no he tenido la suerte de leer, tiene un ejemplo magistral de esto. Magistral. Verás que la palabra no se queda corta. El caso es que él, analizando datos y cosas con números vio que le hicieron una entrevista a 23.000 empleados de diferentes empresas. Y de ahí sacaron muchos porcentajes. Uno era: “Sólo el 37% afirma tener una comprensión clara de lo que su organización está tratando de lograr y por qué” Bien. Esto sabemos que es grave, sí, pero nos cuesta sentir que es grave. Si pensamos que más de la mitad de la gente a la que se le paga la nómina cada mes no tiene claro los objetivos de su empresa y por lo tanto no pueden priorizar sus tareas para ayudarles a conseguirlos… pues parece que es algo más importante. Pero Covey no se quedó ahí. Porque él no sólo conocía la estadística y la sabía interpretar, sino que tenía una comprensión tan bestial de lo que eso significaba que pudo darle toda la importancia que tenía. Y dijo: «Si, por ejemplo, un equipo de fútbol tuviera estos mismos resultados, sólo 4 de los 11 jugadores en el campo sabrían cuál es su portería». Boom. ¿Puedes sentir lo ridículo que eso sería para un empresario? ¿Te sacude el problema, o sólo lo sabes? Pues mira, yo no sé cuánto pueden ayudarte tus estadísticas a ti. Ni cuántos clientes te pueden traer. Pero si te interesa tratar de que lo que lean lo entiendan muy, muy dentro, pues a partir de octubre nos vemos abajo. Hay algo más aquí |
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