Cómo una mala imagen puede condenarte (y Gary Halbert lo sabe y te lo pone en el titular)



Hoy me paso de amigo, aviso.

Ahí va:




Para que alguien sienta algo mientras te escucha necesitas lanzarle una imagen.

¿Coger tu foto de la comunión y tirársela a alguien con marco incluido?

No.

Lanzarle una imagen como la que te acabo de lanzar yo en esa pregunta.




Esto que te cuento es un fallo común en bares y páginas de venta. 

Y lo he visto en unos sitios y en otros.

No me pongo técnico, pero:

Todas las sensaciones que le llegan a tu cabeza desde fuera son verdad.

Te pido disculpas por anticipado aquí:


Imagínate amasando a medio palmo de la boca una mierda de perro recién puesta.


Si ahora te digo: “es broma”  pues tú puedes decirme que muy bien.

Pero ya lo has vivido.

Eso no es broma.

Por eso, cada vez que veas a algún amigo o amiga tratando de ligar y lo primero que haga sea mandar una imagen turbia, recuerda esto:

Eso no se lo remonta ni el Madrid en Champions.




Gary Halbert, que Dios lo tenga en su gloria, sabía esto perfectamente.

Lo sabía más, incluso.

Lo sabía a otro nivel.​​

Él sabía que no era suficiente con enviar algo bueno, agradable… 

No.​​

Una cosa es algo bueno.

Y otra es algo que bueno pero que tiene algo más.

No es lo mismo, Halbert lo tiene claro. 




Una vez hizo una carta de ventas para vender un tratamiento para tener la sonrisa perfecta.

¿Qué puso en el titular…?


¿“Consigue la sonrisa perfecta”?

¿”Cómo tener la sonrisa que envidie tu vecino”?

¿”Consigue la sonrisa de tus sueños”  …así tal cual, al más puro estilo inmobiliaria?


No.

Porque Halbert no quería algo bueno, quería algo bueno… con algo más.

Y hace más de 20 años escribió:


¿Te has preguntado alguna vez qué aspecto tendrías con una «sonrisa de un millón de dólares»?



No es perfecta, es de un millón de dólares.

No es la misma fiesta.

(Creo que estamos de acuerdo)

Por si acaso también coincidimos en que según con qué asocies lo que vendes llenas el chiringuito o lo vacías:

Hay algo más aquí.