Hace cosa de 10 años, leí una novela tremenda. Es una historia donde la razón y la emoción discuten todo el rato, pero de forma humana. Nada de técnicas infalibles, ni consejos, ni lecciones implementables. Sólo dos personajes. El racional, que es el jefe. Y el pasional, que es un buscavidas que este contrata. La sabiduría del loco puede inspirarte a escribir algo que merezca la pena leer, y que merezca más la pena comprar. A ver, siempre puedes ser cuerdo. Pero por si acaso sospechas que demasiada cordura no va a funcionarte, te comento. Nikos Kazantzakis escribió hace mucho ya “Vida y hechos de Alexis Zorba” Zorba es el loco, Zorba sólo vive. El patrón es el cuerdo, el patrón sólo piensa. En un pasaje, el patrón se desespera porque tiene mucho miedo. Mucho, mucho miedo. Y se le va la boca: “¡Tengo entera libertad de mis actos! Zorba meneó la cabeza. –No, patrón, no la tienes. La cuerda que te sujeta es un tanto más larga que la de los demás. No hay otra cosa. Tu cuerda, patrón, es larga; vas y vienes, crees que libremente; pero no cortas la cuerda. Y mientras no se la haya cortado… –¡La cortaré algún día! –dije desafiante, pues las palabras de Zorba herían en mí una llaga abierta y me escocían. –Difícil es, patrón, muy difícil. Para ello es menester una pizca de locura, de locura ¿oyes? ¡Y arriesgarlo todo! En cambio, tú tienes muy sano el cerebro y él podrá más que tú. El cerebro es buen tendero que lleva correcto registro de gastos, de entradas, de beneficios logrados y de pérdidas. Es un prudente tenderillo que no arriesga todo, sino que aparta reservas para las contingencias inesperadas. No corta la cuerda; al contrario, la tiene bien sujeta en la mano, el muy pillo; porque si se le escapa está perdido. ¡Perdido sin remedio! Pero, dime tú: si no cortas la cuerda, ¿qué sabor tiene la vida? ¡A infusión de manzanilla, a insípida infusión de manzanilla, no a ron que te permite ver el mundo del revés!” No necesitas que yo te diga que internet es un campo de manzanilla. Yo creo que eso lo veo hasta yo por la noche sin lentillas. Ahí no hay mucho desacuerdo. Pero lo muy, muy gracioso es algo tan tonto como esto: Que sin emoción no hay venta. Ups. Esto puede molestarnos, emocionarnos, deprimirnos o extasiarnos pero lo que tú y yo sintamos importa poco. Porque es lo que hay. Ahora, sabiendo eso, puedes escribirle a Zorba, o puedes escribirle a su patrón. Yo recomiendo escribirle a Zorba para que él convenza luego a su patrón. Pero esto está sacado de una novela vieja descatalogada y no de un libro con secretos que un iluminado con mentalidad de abundancia te regala en una promoción especial en la que te ahorras -1,438.56 dólares. Así que yo no me fiaría demasiado. Pero si la idea no es tan loca, mejor pasar a ver el link. Mucho más, aquí |
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