Cómo aumentar varios puntos la confianza en tu producto o servicio.



Pregunta:


¿Cómo te sientes tú cuando compras un producto que sabes lo que hace para ti…

y otro donde lo sospechas?


Pues esta sensación (que es evidente cuando vas a comprar) cuando vas a vender…

¡Pum!

Se convirtió en Chocapic.

Y eso ya es menos bueno. 

Porque empiezan a contar cosas que no mueven a nadie

Cosas que podrían ser importantes.

Pero que sin otras cosas, no sirven para nada.




Cuando hablamos de servicios, muchos que contratan aún están dándole vueltas a la canción de:


“Es que me cuesta delegar, es que…”


Y no les cuesta delegar.

Les cuesta sentirse seguros confiando en otra persona.

Y eso no es culpa del sospechador.

Es culpa de la otra persona.

Es culpa del tipo que no sabe hacerte sentir seguro como para que delegues.

Porque si supiera hacerte sentir seguro, estarías deseando delegar en él.

Deseando.

Si yo tengo un tipo que sé y entiendo que es una bestia en lo que hace y yo tengo 8 cosas que hacer…


¿No se lo voy a dar a él, ella o ello?


Es que es evidente.




Me paso de amigo, pero sigo:




Si hablamos de productos, hay una cosa que es interesante meterse en la cabeza y entender que no puede salir de ahí:


Es imposible sentirse seguro si por dentro te sientes imbécil.


Imposible.

No puedes estar convencido de algo que no tiene todo el sentido del mundo en tu cabeza.

No puedes.

Eso es así.




Pero luego miras dónde la mayoría ponen el acento cuando tratan de vender lo que hacen…

Y ves cómo se les está pasando por delante del escaparate una cantidad de pasta que…  menos mal que ellos no se la imaginan.

No estarían tan tranquilos.

Pues eso.

Que si quieres que la gente tenga toda la película clara en la cabeza para que se fíen de ti, mientras el resto sigue gritando tonterías que no le importan a nadie… 

que mires ahí:

Hay algo más aquí.