Le comentaba el otro día a un amigo que tiene una pequeña tienda online, que él sería de los que en un apocalipsis zombie saliera a la calle con las manos vacías. – ¿Por qué?–me dijo. – Tio, tienes una foto de stock en el “Sobre mi”, no te gustan las armas. Podemos pensar, como mi amigo, que hay muchos proyectos en internet que funcionan bien con desconocidos sin enseñar a su equipo o contar historias, y es verdad. Unos llevan tiempo, otros son irresistibles, a otros puede que le llegue gente recomendada y sea suficiente, buscan clientes de forma física… …o son ya muy grandes. Estos últimos son interesantes y nos han hecho mucho daño. Mira, en la vida cada uno seduce y capta atención con lo que tiene: Si haces gracia, con bromas, Si estás cachitas, pues la camiseta una talla menos, o si Dios o alguien con estudios te dió un canalillo bonito, pues igual sin querer se te ha desabrochado un botón. No te lo pones más difícil, ni atacas con armas que no tienes. El problema es cuando intentas aprender a ligar como alguien que no juega con tus mismas armas. Esto no cambia en ventas. A cada etapa de una empresa, le corresponde una estrategia. No soy Napoleón, pero si te fijas en cómo lo hacen los muy muy grandes, quizá estás fijándote mal, porque tú no eres muy muy grande. Tienes otras armas, pero esa no la tienes. Los muy muy grandes cuentan con muchas cosas. Pueden hacerle fotos a gente que lleva alas en pasarelas, Pueden tener slogans que por repetición se asocien a su marca, aunque no digan nada, Pueden hacer campañas publicitarias en Navidad hablando del amor. Pero, ¿qué no tienen? Toda la fuerza de lo cotidiano, de una persona de la calle, como tú y como yo, contándoles sus historias, su negocio… hablándoles de tú a tú. Sin un “manual de marca” que respetar para que aquello no parezca un circo. Sin que apeste a comercial, Humano. ¿o te creerías al CEO de Coca-Cola si te contara que su vida es como la tuya? Si no tienes complejo de multinacional y quieres jugar tus cartas, yo tengo un servicio muy bueno para eso. – Sin slogans ni frases que no sirven para nada – Sin fotos de guapos (si no vendes eso) – Sin perder la riqueza de tu empresa escuchando cantos de sirena. Preparando todo lo que tienes, para salir a la calle con las mejores armas que puedas tener, y dar el mayor golpe que puedas dar. Así cuando seas más más grande, pues ya copias a quién quieras. Mucho más, aquí. |
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