Odiar las oficinas puede ser bastante limitante laboralmente.
Pero si el trabajo que haces viene de una “cultura de oficina” entonces puede ser una odisea.
Yo personalmente, me siento muy limitado con un horario fijo y un lugar “para trabajar”. Me muestra los límites de mi libertad.
Y que sepa que existen no significa que me guste verlos.
(Como las infidelidades ajenas asumidas)
Entonces me dije: “Bueno, voy a buscar coworking…”
“…Estará lleno de emprendedores digitales y el ambiente será algo más distendido. Algo más conectado a la naturaleza, más customizado…”
Algo con una energía un poco más libre, vamos.
Abrí google y se me cayó el alma al suelo.
– Cubículos asépticos blancos que nos hemos cansado de ver en películas americanas dónde la única razón de vivir del protagonista, ojeroso, es ligar con la becaria en la fotocopiadora.
– Espacios deshumanizados, genéricos, sin ventanas… mesa tras mesa, tras mesa, tras mesa… con paredes blancas dónde poner frases motivacionales cuya motivación con suerte te dura 5 segundos.
– En un lugar donde estoy casi obligado a ir en coche todos los días (probablemente dos veces si no quiero volver a la dictadura del tupper).
Pero eh, ojo que hay Sinergias.
Pues mira, sí. No lo dudo. Pero es que si quieres emocionarme hablándome de sinergias, ponme un ejemplo.
Ponme una foto de gente feliz al menos.
Explícame cómo voy a sentirme.
Dibújamelo.
Co**, que no salí de una oficina para meterme en otra peor.
¿Por qué te busco si quiero sentir la libertad del emprendedor me vendes las esposas?
¿Por qué quiero ver qué tipo de emprendedores hay no me lo enseñas?
¿Por qué me dices una cosa y veo otra?
Estaba preparado para confiar en ti.
Iba a darte mi dinero.
Pero tendré que buscar otra alternativa, porque o yo no soy tu cliente potencial, o tú no has sabido comunicármelo.
¿Saben tus clientes que tú eres para ellos o les enseñas textos asépticos que huelen a cubículo gringou?
¿Tu propuesta les hace sentir como ellos esperan sentirse?
Yo esperaré a otro co-working. Tu cliente no sé qué hará.
Pero podemos verlo juntos.
Aquí en el enlace.
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Pablo