“No abuses de mi inspiración,
No acuses a mi corazón,
Tan maltrecho y ajado que está…
Cerrado por derribo”
Cierro temporalmente mi propuesta testicular.
(Solo la abriré para gente recomendada por mis clientes de ahora, y contra más tarde me los recomienden mejor)
Pero como no soy Joaquín Sabina, pues por las arrugas de mi voz no se filtra ninguna desolación.
Y estos no son los últimos versos que escribo.
Te cuento una cosa que a mí me parece interesante.
Muchos (que se tocan con los estoicos) dicen que nada ha cambiado en el mundo y lo puedo entender.
El fondo, los principios y eso, seguro que no han cambiado.
Pero la forma y cómo se entregan las cosas, eso seguro que sí.
Mucho.
A ver, no podemos pretender pasarnos 15 años pegados a un móvil con internet y notificaciones quemándonos el cerebro y que todo siga igual.
Eso es así.
¿Y qué pasa con esto cuando vendemos?
Yo soy el típico pesado que en la típica conversación de bar con mis típicos amigos se habla de cosas típicas como el fútbol… pues digo que el formato lleva obsoleto años.
Se lo escuché a un americano y lo entendí del todo:
“No puedo pagar 2.500€ para meterme en una final que dura hora y media y que el partido quede 0-0”
¿Pocos estímulos en mucho tiempo?
Eso se acabó.
Podemos filosofar lo que tú quieras y proponer un suicidio colectivo en las montañas, pero se acabó.
Si quieres hacer dinero, se acabó.
Entonces ayer, viendo con unos clientes las ediciones de unos textos que les propuse, pasó algo que me gustó mucho.
Ellos tienen un despacho de abogados.
Y hablando de editar una parte de su página de captación, la socia me dijo:
“Es que lo leí ayer y pensé:
Joder, es que esto parece que haya que sacarse la bolsita de pipas y ponerse a leer esta historia…”
Y es que es justo eso.
Justo eso.
Porque en un mundo lleno de textos que no nos estimulan y de “su caso en las mejores manos llevado por profesionales con 37 años de experiencia en el sector”
Pues en un mundo así, que venga una página de abogados y te haga sacar la bolsa de pipas… es un piropo.
De esto ya habló el maestro Ben Settle: info-tenimiento.
Pero bueno, que