Ser el mejor.
Igual piensas que ser el mejor son los padres.
…o que lo más importante es ser el mejor.
Para lo que te cuento aquí da igual lo que pienses.
Porque te lo cuento en caso de que no te apetezca tirar por tierra lo bueno que eres y que no parezca que te da vergüenza tu trabajo y que buscas cosas para taparlo.
(Seas el mejor, o el mucho más mejor.)
Hay un chiste que nos contábamos en parvulario y que esto lo ilustra muy bien:
Entra un ciclado a un bar…
(Un monstruo de gimnasio, por si lees desde latinoamérica)
…y con una voz de niña de 5 años dice:
“Me ha dicho mi mamá que me des un Petit Suisse”
Quédate con esa imagen:
Tipo fuerte con un cuerpo que parece un croasán…
pero que la fuerza la pierde por la boca.
Sigamos.
Hace poco cuando investigaba abogados entré en un despacho que me dijeron que era “top”.
Después de leer las mismas frases que el resto de los despachos que no son tan “top”,
Después de leer las mismas misiones.
Las mismas buenas intenciones.
Los mismos rellenos que provocan hibernaciones…
Vi algo nuevo.
Estaba escrito en grande abajo.
Primera firma XXX española en obtener la prestigiosa certificación:
«Great Place to Work»
Hostia, me quedé de piedra.
Te lo digo en serio.
Sacudí así la cabeza de lado a lado como diciendo:
“Is this real life?”
Y sí.
A ver, que sí.
Que igual el jefe tiene tanta pasta que para él tiene más valor decir que sus trabajadores tienen los chakras más alineados de España que atraer más clientes.
Que no digo que no.
Que vanidosos somos todos.
Pero imaginemos que han hecho la web para captar clientes y que yo soy alguien con un problema legal, entro y me digo:
“Hostia, esta gente se lo pasa de puta madre en la oficina.
Quiero que lleven mi caso.”
Que ojo, que igual hay alguien que piensa así.
(Que los abrazos en los retiros de wellness a uno lo cambian, seguro que sí)
Pero que si crees que hay más gente que piensa asá… y que mejor les hablas otras cosas más interesantes que lo bien que te lo pasas jugando al ping pong en la oficina…
Pues…
