Auditoría de guardería.



La verdad es que no pensaba que tenía que comentar esto pero resulta que sí: 

Hay gente a la que trata de contratar auditorías y como diría Jim Camp, se le caen las alubias.

Te están gritando que no entienden ni lo que tienen ni lo que eso vale.

Y eso es peligroso para todo el mundo. 

Te cuento.




Estos chicos habían seguido los consejos de un copywriter español que es muy bueno.

(matizo: para mí, un genio)

Pero por lo visto no funcionaban.

No porque los consejos estén mal, por eso no.

Yo sé que los consejos son de puta madre, eso no admite discusión.

Pero pasa lo que comentaba hace poco en un email y la razón número 1 por la que los buenos consejos no servirán para nada al 90% de la gente:

Sin consciencia, no se pueden aplicar con fuerza.




El caso:

Me preguntaban por una “auditoría rápida de los textos de una web y cuatro páginas de venta.”

Aquí ya deberíamos de ver lo que está mal.

Pero sigo:

Cuando alguien viene de otros sitios donde ha puesto a funcionar las cosas para que las ventas mejoren y entra en tu negocio, si es mínimamente competente.

(digo mínimamente)

…lo más normal es que quiera estudiar:


– Qué vendes.

– A quién se lo vendes.

– Cómo.

– y quién eres tú.


Hasta ahí lo entiende hasta la persona que ha pedido una auditoría rápida.




Pero cuando una persona no entiende que cada página de ventas vende algo diferente, 

..toca puntos diferentes,

y que para poder opinar sobre ella sin ser un cuñado uno tiene que hacer un estudio previo…

Entonces ahí se le caen las alubias.

Ahí te dice:


“No sé lo que compro, ni sé la importancia que tiene lo que vendo, ni me tomo en serio mi negocio.”


Porque alguien que se toma en serio su negocio no contrata auditorías rápidas donde un tipo (al que no le ha dado tiempo a madurar lo que él vende) le cuenta lo primero que se le ocurre.

Eso no es invertir en tu negocio.

Eso es hacer el tolili, como diría Florentino.




Si alguna vez te cruzas con alguien así, el mejor favor que puedes hacerte tanto a ti como a él es jugar a la gallinita ciega.

Él en medio, y tú le empujas a otro.

Con la venda de un lado a otro, hasta que se le caiga.

Y luego, si no es demasiado tarde, entonces que al menos pueda contratar una auditoría sabiendo lo que contrata.

Por si tú sí lo sabes y entiendes la diferencia de dinero que hay en los pequeños grandes detalles:

Hay algo más aquí