Anorexia sentimental web vs. Telenovelas (incluye error clásico)



Si nos vamos al bautizo de la época en la que vivimos, veríamos al cura echar agua bendita a la criatura diciendo algo como:


“Hipersensibilidad, yo te bendigo en el nombre del…”


Y todos diríamos: “Oh, le pega mucho el nombre.”

Vamos a ver cómo hacerlo rentable.




Hay gente que vive con el pánico de que le interpreten mal.

De que le digan que es algo que no es.

Y entonces la estrategia es esconderse tras una falsa diplomacia que les agota y les deprime.

Y agota y deprime a los demás:


“Tengo que esconderme, porque si digo esto arde Troya”


Y todo el día con la careta cansa.

“La vida es así”

Si tú lo dices…​




Pero los que sí saben un poco más sobre cómo funciona la atracción humana tienen algo claro:

Lo contrario de amor, no es odio.

Nunca lo fue.

Nunca lo será.​​

No, no hay una línea con uno en un lado y otro en otro.


Odio —— Amor


No, eso no existe.

(Y lo saben todos los que odian a su ex-pareja pero quedan juntos para ya sabes)




Puede que lo que haya se parezca más a una línea vertical:


Me hace sentir.

|
|
|

No me hace sentir.


¿El qué?

Lo que toque.




A mi abuela le encantan las telenovelas.

Todo normal.

Pero este matiz igual pone nervioso a la policía del pensamiento:


La ve porque le hace sufrir. Y eso es mejor que no sentir.​​


“¡Eres un cínico!” 

​​“¡¡¡¡ A ver si te mueres!!!!”


Ay, qué “tóxico”




Todavía hoy me las cuenta como si las viviera ella.

Como si todas las putadas que le hacen a la guapa se las hicieran a ella.

Y estas telenovelas (que a los que vamos de listos nos parecen banales) son importantes por una cosa:

Llenan una vida casi vacía de emociones fuertes.




Pero en la venta, como somos mejores que Ana Ricarda, muchos eligen el lado seguro.

(Cuando en realidad es el lado menos seguro que hay)

Y nos dejan con la emoción en los tobillos.

Eso sí, profesionalidad mucha.​​

Bueno, que si tú quieres trabajarlo para que a quién le interese lo que vendes se enganche a tu discurso, es abajo.

Mucho más, aquí