Ampliar las fronteras de una empresa sin exportar nada.


No sé si eres un genio o no lo eres.

Voy a asumir que no.

Igual sí, yo no digo que no.

Pero como el porcentaje es casi cero asumo que no.

Entonces como no eres un genio, y como toda persona funcional buscas evolucionar en cualquier cosa:

Salud, ventas, amor…

Pues igual ves algo aquí, no lo sé.

Yo no tengo memoria histórica pero sí visión espacial.

No sé por qué pero es así.

Entonces el último año del instituto tenía de media un 11 y pico sobre 10 en dibujo técnico.


(No, no tengo el autoestima tan bajo como para echarme flores por esto, te lo cuento para que entiendas la conclusión estúpida a la que llegué más tarde) 

El caso es que con las láminas obligatorias y las que servían para subir nota tenía un 11 y pico sobre 10.

¿Y qué?


Pues que cuando entré a la Universidad me dije:


“Vamos a ver, si tengo un 11 y pico en el instituto, un 5 aquí sí saco vamos-no-me-jodas”

Lo dicho: tonto de baba.


La primera semana de la Universidad el profesor mandó una lámina libre:


“Tu habitación”

Yo hice una que en el instituto hubiera sido otro 10.

¿Y en la Universidad?

Pues según mis cálculos más tarde, sería un -15 o un -20 sobre 10.

¿Cómo puede ser esto?

Porque no estaba jugando en esa dimensión.

Le dije a mi profesor:


– ¿Esta lámina aprueba?

– Jajajajaja tranquilízate.

Entonces como no me tranquilizaba, le dije:


“Enséñame las mejores que tengas”


Yo podría ser bueno en dibujo, pero no era un genio.

Si hubiera sido un genio, el nivel lo habría puesto yo.

Pero como no era un genio, necesitaba que me enseñaran la dimensión en la que estaba jugando.

Necesitaba verlo y decir:


“Vale, es ese el nivel que me piden”


Porque sin ver el nivel no habría aprobado el curso.




Mi mundo habría sido pequeño, tan pequeño como esa primera lámina de “mi habitación”.

Sin ver la dimensión, jamás habría sabido entender en qué juego estaba jugando.

Seguiría feliz en mi ignorancia dibujando láminas con un -15 de nota. 

Vale. 

Pues para eso sirve la primera sesión de una consultoría de ventas seria. 

Para que te tiren las paredes abajo y veas claro el juego que deberías estar jugando y al que quizá hoy no juegas.

Y esto es como todo:

Algunos no pagarán por eso, y otros verán claro que pueden ser estrategias que valgan miles y miles de euros.

hay algo más aquí.